domingo, 3 de agosto de 2008

El armamento europeo: desde los tiempos oscuros hasta la luz del renacimiento (primera parte)



Sergio Loría


Cuando alrededor del año 476 d.C. las invasiones bárbaras provocaron la paulatina pero abrupta caída del imperio Romano el mundo occidental enfrento la mayor crisis humana y económica de su historia. Lo que en antaño fue una poderosa supernacion que ocupaba todo un continente en poco tiempo era un conjunto de reinos o de regiones sin ley y con su infraestructura completamente devastada.
El caos se apodero de la región. Soberanos de todas clases descendientes de las tribus bárbaras se erigían dirigentes de pequeños países. Un caos no solo político sino moral, puesto que el poderoso estado pontificio de roma había sido mermado por culturas paganas, y no había legislaciones o códigos de conducta que evitaran el libertinaje, la matanza, la codicia y la ostentosidad de esos nuevos señores de la tierra. Esta confusa época conocida como Oscurantismo (dark ages, dentro del lenguaje anglosajón), fue el empiezo de lo que conocemos como edad media, una decisiva y sin igual etapa de la historia occidental la cual produjo una paradoja entre un retraso cultural material, o sea tecnológico, para la construcción y demás artes similares y un poderoso camino escalonado en el desarrollo de l armamento de guerra. Este es pues el tema de nuestro articulo.
Así como la edad media se caracteriza por cambios sociales profundos en relación a la Antigüedad, esta también conserva un desarrollo independiente muy definido en el desarrollo de su tecnología bélica. Si bien el armamento de asedio (catapultas, trabuchetes, etc.) proviene del tiempo de los romanos, su uso fue muy extendido durante toda la edad media. No obstante ese es tema amplio como para un posterior y futuro articulo y hemos de centrarnos en el armamento cuerpo a cuerpo más que en la artillería, si bien esta tuvo también una notable evolución.
Las armas que en primer plano nos atañen es toda aquella que se usase en las manos para luchar cuerpo a cuerpo con el oponente. Se le pone una gran atención al uso de la espada ya fuese de una o de dos manos, sola o con escudo. Sin duda es la espada la pieza de armamento más emblemática de la edad media y es la que tuvo un desarrollo evolutivo mas alto y extendido tanto por su confección como por su tecnica de uso, ambas las cuales van ascendiendo en su perfeccionamiento hasta un singular apogeo final entrando el renacimiento. También es la espada la representación simbólica del espíritu del caballero, el más refinado y elitizado de los guerreros de la Europa medieval.
Sin embargo es debido a esto que se puede decir que la espada no era necesariamente el arma más común en el campo de batalla medieval. La caballería no fue instituida formalmente hasta la entrada del imperio carolingio por, precisamente, Carlomagno en el siglo IX dando por terminado el oscurantismo y dando pie al sistema feudal de economía es decir nobles que tenían derechos de uso y posesión de la tierra. Este sistema fue el que dio cabida a la práctica militar de la caballería dado que eran estos los que defendían las posesiones de su señor, o ellos mismos eran señores. De ahí que la espada ya por ser una pieza de metalurgia muy fina y cara, fuese símbolo de la elite y de todas las responsabilidades éticas y políticas que recaían sobre estos.
No obstante, la mayoría de los soldados guerreros, combatientes hordas, bandas, turbas, demás tipos de grupos armados en el medioevo no eran caballeros. La mayoría de los que participaban en batallas, reyertas o escaramuzas no eran guerreros formales, si bien muchos señores y reyes tenían ejércitos regulares. Eso obedece a una razón muy
simple: el mismo sistema feudal obligaba a los siervos a combatir: Un siervo era aquel que servia a un señor. Este titulo correspondía a todo aquel que servia a un señor bajo juramento, dentro de lo que se llamaba contrato de vasallaje, donde el señor se veía obligado a defender a sus vasallos y a ampararlos, pero al mismo Tiempo, el vasallo estaba obligado a asistir a su amo en asuntos civiles, al tiempo que debía servir en batalla si este lo llamaba. De tal modo que campesinos, soldados y caballeros luchaban por su señor en campañas militares de toda índole, por lo que había de toda clase de armas y utensilios en el combate medieval.
Podríamos comenzar con el más antiguo utensilio tanto de trabajo como de combate usado por el hombre, el palo, para ser más exacto, el callado o pértiga. Distintas versiones de esta arma se pueden ver en culturas de todo el mundo, y es que se trata de un utensilio relativamente fácil de fabricar y muy versátil. Siendo un utensilio utilizado en la ganadería, la labranza y otros trabajos manuales, es muy natural que también se utilice como arma, principalmente con motivos defensivos. Excluyendo cualquier tronco palo o garrote vulgar que pudiese esgrimirse instintivamente con una mano, el callado o bordón europeo era un arma muy larga, de alrededor de 2 metros de alto, que se usaba con las dos manos de muy distintas formas. Su uso es hasta cierto punto instintivo, y tiene la ventaja de la distancia… (continuará)